lunes, 3 de diciembre de 2007

NECESITO UN TRAGO


La lluvia siempre ha tenido este efecto en mí. Cuando advierto que el viento comienza a enfurecerse con el resto de la naturaleza y el agua comienza a caer tempestuosamente, siento que el líquido transparente va a limpiar de una vez por todas mi eterna nostalgia. Sin embargo, cuando pienso por qué me encuentro aquí, solo, contemplando cómo las luces del exterior se hacen más borrosas a causa de la tormenta, me doy cuenta de que todo es un reflejo de mí mismo.
Definitivamente necesito un trago.
escribir algo, no lo se..... ¿?
Decidido camino hacia la computadora. Cuando veo ante mí la pantalla del procesador de palabras, desisto. No hay nada mejor que una carta escrita de mi puño y letra... es más personal, más íntima. Además, no voy a caer en la tentación de borrarla con el toque de una tecla.
Luego de buscar una hoja decente de papel y una pluma por toda la casa, me dirijo hacia mi cuarto a destapar la última botella de Vodka que tengo escondida en el closet. Música. Necesito música. La radio no es una buena opción en este momento, así que luego de ponderar la alegría antiséptica que me produce Silvio Rodríguez y la cadencia sensual de Soda Stereo, me decido por una colección barroca de Bach. Qué ironía.
Veo el reloj, y las manecillas apuntando hacia arriba me indican que ya es medianoche. Qué adecuado. Llegó la hora de exorcizar unos cuantos demonios.
continuara......