Yo disfruto los silencios tanto como tú disfrutas que te penetre lenta y pausadamente. Me gusta verte a mi lado, mirar que me miras, que te quedas callada por temor a romperme. Disfruto mucho tu lunar en la mejilla, debajo de tu ojo, me sirve como un faro para las noches que construimos bajo las sábanas. Amo tu aroma, ese que dejaste en mi cama, ese que siempre fue mío.
Aún cuando ya no estás, te siento temblar de frío y siento tu brazo abordar mi pecho, siento tu mano buscando mi mano y en noches más dementes buscando mi sexo.Todo esto, de esta forma te construye el aroma que dejaste las veces que juntos, nos acostamos a ver pasar de largo a la absurda noche que se vuelve un paraíso cuando llueve.No quiero alargar más este relato, sé que te chocan los textos largos, aunque me gustaría seguir haciéndolo hasta alcanzarte y arrancar de tu boca un: quiero verte.
Pero debes estar cansada del trabajo, de construir amor para soportar el frío, además es tarde, es hora de descansar y esperar la rutina del dia siguiente, mientras yo seguire aqui esperandote con mi sed y hambre de obrero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario